Grandes fracasos tecnológicos: Microsoft Kin, el smartphone joven y cool
Comenzamos una nueva sección en dónde repasaremos uno por uno los grandes fracasos de las grandes empresas tecnológicas, hoy hablaremos del Microsoft Kin.
Hace unos años Microsoft nos quiso demostrar que ‘ser joven y cool’ servía de excusa para vender smartphones, pero no ha sido así.
Microsoft Kin
48 días fue lo que duró en el mercado este producto, en 2010 Microsoft lo lanzó y solo podía comprarse en operadoras de los EE.UU. ya que debido a su escaso éxito no tuvo tiempo de ser lanzando al resto de los mercados.
Las especificaciones del Kin One (el modelo base) eran bastante aceptables para el año 2010 e incluían lo siguiente:
- Procesador NVIDIA Tegra.
- 256MB de memoria RAM con 4GB de memoria interna sin posibilidad de expansión.
- Pantalla de 2.6″ 320×240 pixeles y ratio de aspecto 4:3.
- Cámara principal de 5MP con autofoco.
- KinOS (basado en Windows Mobile 7).
Este era básicamente un terminal orientado a las redes sociales (Facebook y Twitter) además de YouTube.
El Kin Two tenía teclado con el famoso por aquellas épocas slider QWERTY y sus especificaciones eran casi calcadas al Kin One, salvo en el espacio de almacenamiento (8GB) y en la cámara que esta vez es de 8MP, además de poseer una pantalla un poco más grande.
La polémica que no ayudó al Kin
Microsoft tuvo la idea de promocionar Kin con un anuncio ‘orientado a los adolescentes’ en otras palabras ese mensaje no era otro que promover el sexting.
La polémica fue tal que (como mencionamos al principio) este producto aparentemente solo vendió 500 unidades y fracasó a los 48 días de haber sido lanzado al público. Ya fueron historia pues Microsoft los sacó del mercado.
Era costoso, no era muy amigable y lo peor de todo, la publicidad lo terminó detonando.
Eso sí, este intento de Microsoft por ofrecer un producto arriesgado es loable, está muy bien que se animen las marcas con ‘cosas extrañas’ pero lo que lo terminó matando al Kin fue esa publicidad y los costos en su época.
Para comparar, en Sprint este terminal costaba lo mismo que un iPhone 3GS de manera contractual y algunos Android de la época.
En la próxima entrega hablaremos del Samsung Galaxy Zoom, un cameráfono (así lo anunciaba un medio español) que ofrecía algo increíble, pero que no terminó de cuajar.